El paciente que recibió o está recibiendo un tratamiento oncológico como quimioterapia, radioterapia, etc. Podría experimentar uno o varios efectos secundarios que podrían llevar al paciente a la limitación. Uno de los efectos más comunes es la fatiga y los pacientes lo manifiestan como cansancio, debilidad, pesadez, lentitud y falta de energía que a pesar de descansar no lo superan. La fatiga lleva al paciente al sedentarismo dando lugar a la falta o disminución de movimiento. Estos efectos propios del tratamiento puede degradar la actividad física,  así como consecuencia de ello la falta de fuerza muscular se convierte en un círculo vicioso que deteriora la calidad de vida del paciente.

En Oncorehab se ha diseñado el programa de acondicionamiento físico “Vivir mejor” que ayudará al paciente a disminuir y sobrellevar los efectos secundarios del tratamiento oncológico  como las neuropatías, debilidad muscular, disnea, dolores articulares entre otros, y los ejercicios a nivel fisiológicos producen cambios multisistémicos en los cuales podemos ganar un aumento de fuerza muscular, regulación de los signos vitales como la presión arterial, la saturación de oxígeno, frecuencia cardiaca, además que a nivel psicológico mejora el estado de ánimo.

Entre las actividades a realizar nos apoyamos de los ejercicios respiratorios para mejorar la ventilación y generar una mejor preparación a la actividad, así como también el fortalecimiento de miembros inferiores para ganar masa muscular, resistencia y oxigenación.

Los ejercicios rítmicos (baile) mejoran la condición de coordinación, equilibrio, destreza  y esquema corporal.

 

 

 

 

 

 

 

Escrito por: Lic. Flor Martínez Rojas